John Mouat, el escocés desconocido.



Uno de los tantos inmigrantes que engrandecieron la ciudad de Valparaíso en el pasado fue el escocés John Norbert Mouat and Walters, quien, como es habitual en la idiosincracia del chileno, fue quedando en el olvido. Es por ello que hemos querido traer a la memoria algunas de las obras de quien fuera tan destacado residente porteño y que por esas cosas del destino, no ha tenido el lugar que se merece dentro de la rica historia de Valparaíso.
Es en el año 1836 que don John Mouat adquiere unos terrenos loteados en la puntilla del cerro de la Cordillera; mismo lugar en donde previamente estuvo emplazado el fuerte Castillo San José. Este ingeniero, relojero y óptico escocés planifica en el lugar la construcción de su residencia, casona que finalmente se inaugura en 1842 en los faldeos del cerro, con sus cimientos hechos sobre la roca, por lo que se podría decir que pasó a ser un clásico “escocés on the rocks”.
Pero más allá de lo anecdótico, John Mouat, al igual que otros célebres habitantes del glorioso Valparaíso de antaño, merecería ser digno de al menos una estatua, un busto o una placa recordatoria especialmente en donde en la actualidad funciona el Museo del Mar Lord Cochrane, lo cual desafortunadamente no se ha llevado a cabo.
Es por ello que siguiendo esta línea argumentativa de realizar un ficticio homenaje a escoceses notables que habitaron Valparaíso, más aún, haciendo un parangón entre el conocido monumento “a los héroes mártyres” de la plaza Sotomayor y lo que sería un monumento imaginario dedicado a algunos eminentes “escoceses porteños”, seguramente la distribución de los personajes sería la siguiente: el privilegiado lugar que ocupa Arturo Prat estaría reservado para el Almirante Lord Cochrane, forjador de la primera escuadra nacional (del cual afortunadamente ya existe una estatua); Serrano y Riquelme, que aparecen a los pies de Prat, serían quizás Peter Mackay y George Sutherland (afamados educadores fundadores del Colegio Mackay-Sutherland en el cerro Alegre a mediados del siglo XIX); a espaldas de Prat, y por ende, ubicados en una posición de menor realce, la figura del Sargento Aldea podría ser remplazada por George Slight (descollante ingeniero que construyó más de 70 faros en Chile), y finalmente, lo más probable sería que en el lugar del Marinero Desconocido apareciera la figura de nuestro insigne John Mouat…nuestro “escocés desconocido”.
Pero más allá de esta analogía de personajes históricos y figuras de bronce, nuestra intención es destacar la gran labor pionera y visionaria desarrollada por este personaje de noble ascendencia escocesa. He aquí una reseña de la obra de este vanguardista que echó raíces en nuestro Valparaíso sempiterno:
Don John Mouat fue precursor de la astronomía no solo en Chile si no que también en Latinoamérica, así lo certifica el diario El Mercurio, que en los albores del año 1843, concretamente el 27 de febrero, publicaba de forma detallada la instalación en Valparaíso del primer Observatorio Astronómico en la costa del Pacífico al interior de la casona de Mouat.
Además suyos son los datos meteorológicos aparecidos en el primer número del diario El Mercurio de Valparaíso (emitido el 12 de septiembre de 1827).
También existe en el Greenwich Maritime Museum, de Inglaterra (lugar donde se ubica el meridiano cero) parte del trabajo de nuestro aludido personaje, se trata de un hermoso reloj llamado Kendall, que era parte de la famosa embarcación el “Bounty”, y que nuestro relojero porteño reparó con tal minuciosidad que hasta fue digno de una crónica inglesa de la época, la cual citamos: "Y pese a que el Kendall Nº 3 demuestra haber sido objeto de importantes restauraciones por un relojero chileno, cuya etiqueta dejó dentro de la caja y dice 'John Mouat, relojero de Valparaíso', el hombre hizo un trabajo tan preciso que el cronómetro marcha como si recién hubiese sido fabricado". Sin duda alguna, un dato sabroso para la historia científica de nuestro Valparaíso patrimonial.
Asimismo, a don John Mouat se debe uno de los principales establecimientos fundados en el Valparaíso del siglo XIX: la Fundición Caledonia (“O Caledonian Foundry”, nombre original), que figura creada por, citamos: "el distinguido ingeniero escocés don John Norbert Mouat en 1854, (junto a Thomas Borrowman), cuyo taller se distinguió principalmente por haber construido en él la primera lancha cisterna de hierro que se botase al agua en el país: la 'Tam o' Shanter' ”. Según versa esta referencia en el libro "Historia de la ingeniería en Chile", del autor Ernesto Grene.
Igualmente, nuestro ilustre escocés tuvo que ver en la botadura y bautizo de la barcaza "Chacabuco", que fuera el primer barco bautizado en Chile (un 20 de abril de 1862), específicamente era un remolcador para carga, remolque, aprovisionamiento de agua para los vapores y bomba para combatir el fuego. Justamente esta embarcación fue construida en el astillero perteneciente a don John Mouat, ubicado en el sector Barón de Valparaíso. Sitio en donde además nuestro emprendedor escocés, que no sólo miraba hacia las estrellas, instaló la primera fábrica "para creosotar durmientes y alargarles la vida", importante y necesaria faena para la instalación de las líneas férreas de la ya incipiente empresa de ferrocarriles que unía Valparaíso con Santiago. Precisamente suya fue la idea original de unir Caldera y Copiapó por medio de la primera vía ferroviaria en Chile. Precursor es la palabra exacta para describirlo, pues John Mouat había recorrido con sus propios pies dicho trayecto. Realizó dos intentos el año 1845 en Copiapó para llevar a cabo su aspiración, respaldado incluso por personajes renombrados como Agustín Edwards y doña Candelaria Goyenechea, pero comenzaron los problemas, incluso debió regresar por tercera vez a Copiapó para concretar el proyecto, pero hubo incredulidad, se dice que, citamos: "su falta de prestigio como organizador, lo alejaba de la confianza" y tuvo que renunciar a su anhelo.  Sin embargo, un hombre llevaría a cabo su sueño: el estadounidense hijo de ingleses, William Wheelwright, de gran prestigio en tareas organizativas. Pero este hecho no es más que una anécdota dentro de su dilatado quehacer, él siempre encontró la forma de aportar al desarrollo de esta naciente metrópolis que lo acogió y lo cautivó como a otros muchos inmigrantes.
Y para finalizar este recorrido por la vida y obra de este singular personaje (y como si fuera poco), el 30 de junio de 1851, al formarse en Valparaíso el primer Cuerpo de Bomberos de Chile (el cuerpo voluntario más antiguo del mundo), allí estaba incorporado don John Mouat, figurando como es de esperar, en su primer directorio (1ª Compañía Bomba Americana).
En síntesis, vale decir que don John Norbert Mouat and Walters realmente fue un hombre múltiple, infatigable y laborioso, y que sin lugar a dudas merece dejar de ser uno de los tantos desconocidos que hicieron de Valparaíso una ciudad única e irrepetible a pesar del paso del tiempo…  

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Texto escrito (y editado) por Esteban Tacul.